Las ventas de combustibles bajaron 11% en septiembre y anticipan otro aumento de precios
Las estaciones de servicio registraron una baja en todos los tipos de combustibles por octavo mes consecutivo, destacándose una caída del 21% en nafta premium, mientras el sector anticipa un posible ajuste en precios para noviembre.
El sector de combustibles en Argentina atraviesa uno de sus peores momentos del 2024, acumulando ocho meses consecutivos de disminución en ventas. Durante septiembre, la caída en la comercialización de naftas y gasoil alcanzó el 11,7% en comparación con el mismo mes del año anterior, según informó la Secretaría de Energía de la Nación. Este retroceso afectó a todos los tipos de combustibles, siendo la nafta premium la más perjudicada con una disminución del 21%.
En términos anuales, el acumulado de ventas de combustibles registra una baja del 6%. Las estaciones de servicio vendieron en septiembre 1.313.875 m3 de nafta y gasoil en todo el país, una cifra que refleja la caída en el consumo y que, sumado a las políticas de precios y la inflación, complica aún más la recuperación del sector.
El gasoil también tuvo una baja significativa, con una reducción del 19% en su versión común, mientras que el gasoil premium registró un descenso del 8%. Las ventas de nafta súper, aunque menos pronunciadas, cayeron un 3,7%, lo que confirma un panorama desfavorable en casi todas las provincias. Santa Cruz fue la única jurisdicción que reportó un incremento del 3,89% en ventas entre agosto y septiembre, a diferencia de Córdoba y Jujuy, que experimentaron caídas del 10% y 8,68%, respectivamente.
Para el próximo mes de noviembre, se espera una nueva suba en los precios de los combustibles, impulsada por el alza del crudo Brent y la inflación interna, lo que podría traducirse en un ajuste superior al 5%. Este contexto inflacionario y el bajo poder adquisitivo han llevado a los consumidores a reducir el uso de vehículos particulares, buscando alternativas más económicas como el transporte público.
El panorama para las estaciones de servicio y el mercado de combustibles en general se presenta desafiante de cara al 2025, con la esperanza de que el contexto económico y las decisiones políticas permitan una recuperación en el consumo.