Ashton Kutcher entró en pánico tras saber que Diddy lo haría caer por los videos prohibidos de sus fiestas
El actor está desesperado luego de saber el cambio de estrategia judicial que prepara el rapero, acusado de tráfico de personas y abuso.
Hollywood está muy preocupado por lo que pueda salir a la luz de toda la oscuridad que se esconde detrás del caso de las fiestas salvajes que organizaba Diddy. El músico está preso desde hace varios días, acusado de tráfico sexual y abuso.
De acuerdo a lo que publicó el diario británico DailyMail, el rapero cambió de estrategia judicial y busca hacer caer a varios famosos para eludir sus acciones. Es por eso que el entorno de Ashton Kutcher deslizó que el actor entró en pánico al temer que la declaración de su examigo lo terminará golpeando de lleno.
“Diddy puede decir cualquier cosa, hacer cualquier cosa o volverse contra cualquiera para salir de la cárcel. Ashton lamenta profundamente su amistad con Diddy, teniendo en cuenta lo que pasó. Se siente engañado, traicionado y manipulado”, indicó la fuente cercana a la estrella de That ‘70s Show.
Kutcher y Diddy fueron buenos amigos desde principios de 2000 hasta no hace tanto. El actor fue uno de los más cercanos al rapero dentro del mundo de Hollywood, tanto que en 2009 fue uno de los que lo ayudó a organizar una de sus últimas “fiestas blancas”.
El temor es concreto: Kutcher está convencido de que el productor musical manchará a diferentes personalidades, incluido él, para poder salvarse.
“Cree que Diddy no tendría ningún problema en mentirle a las autoridades y mencionar algunos de los nombres de sus famosos amigos si eso significara poder salir de la cárcel. Todos los que están cerca de Diddy temen la posibilidad de que invente acusaciones falsas para limpiar su propio nombre”, lanzó el informante.
Así eran las fiestas salvajes de Diddy a las que iban Jennifer Lopez y Leonardo DiCaprio
En las últimas horas se supo que circula un video prohibido en el que se ve a un famoso de “alto perfil” o “clase A” de los que participaban en las fiestas salvajes que se organizaban. Lo confirmó la abogada de una de las víctimas del rapero.
“Ya se filtraron videos en Hollywood que se están vendiendo. Una persona en particular me contactó para vender un video que tenía en su poder y para contactar a la persona que estaba allí y ver si quería comprarlo antes de que se hiciera público”, aseguró Ariel Mitchell-Kidd, la representante legal de una de las denunciantes, en una entrevista con el medio NewsNation.
Tras la explosión del caso, varios medios como US Weekly y Page Six indagaron en cómo se diseñaban estas fiestas que, en la mayoría de los casos, eran anuales y muy reconocidas: los participantes, como un código secreto, debían ir vestidos de blanco siempre. Mientras que muchos de ellos solo estaban en la celebración “oficial”, había una oculta en la que, presuntamente, ocurrían las aberraciones por las que se lo acusa al músico.
Muchos creen que varias de estas fiestas que organizaba anualmente en su mansión de Los Hamptons eran una fachada para dar una “buena imagen” dentro del mundo del espectáculo. Eso le permitía obtener poder y más fama, que, a su vez, le generaba impunidad para cometer otros delitos.
Además, los investigadores suponen que, al mismo tiempo, estas celebraciones eran parte del sistema que Diddy montó para cometer los crímenes sexuales. El productor quedó detenido acusado de haber usado su “poder y prestigio” para “tráfico sexual, trabajo forzado, transporte interestatal con fines de prostitución, delitos de drogas, secuestro, incendio provocado, soborno y obstrucción de la justicia”.
Las aberraciones que, aseguran, cometía, quedaron registradas en múltiples videos prohibidos que las fuerzas policiales descubrieron cuando allanaron, a principios de año, su lujosa casa en Miami. El caso es similar al de Jeffrey Epstein, el magnate que se suicidó en la cárcel cuando estaba a punto de enfrentar un juicio por tráfico y abuso sexual.
En la acusación se describe que Diddy obligaba a las mujeres y hombres a cometer, mientras estaban drogados, actos sexuales conocidos como Freak Offs, que quedaban registrados en videos. Las torturas duraban días y las víctimas recibían medicación intravenosa para recuperarse. Los investigadores sostuvieron que el rapero grababa los actos sexuales para, luego, mostrarle a las personas que eran víctimas de los abusos y chantajearlos con hacer circular ese material con el objetivo de que no hablaran.
En los allanamientos, la policía encontró drogas, cientos de videos, miles de botellas de aceite y lubricante para bebés, además de armas de fuego y municiones. Diddy enfrenta varias penas que van desde los 15 años hasta la cadena perpetua.