¿De qué defensas dispone Rusia contra la amenaza de los misiles balísticos?

El tema de la defensa eficaz contra las amenazas balísticas adquirió nueva relevancia después de que EEUU autorizara a Ucrania el uso de misiles Atacms contra objetivos en el interior de Rusia, lo que llevó a Moscú a responder con un nuevo misil balístico.

La guerra subsidiaria de la OTAN contra Rusia en Ucrania experimentó una dramática escalada después de que la Administración Biden aprobara discretamente el uso de sus misiles balísticos tácticos Atacms contra objetivos estratégicos en Rusia. El Reino Unido y Francia siguieron su ejemplo y permitieron a Kiev utilizar misiles de crucero Storm Shadow y SCALP con el mismo fin.

El Instituto para el Estudio de la Guerra, con sede en Washington, elaboró una lista de 200 emplazamientos que podrían estar al alcance de los Atacms, entre ellos aeropuertos, depósitos de munición y cuarteles generales. El Ejército ruso ha informado del derribo de múltiples Atacms y Storm Shadows desde cuando se publicó por primera vez la noticia de la aprobación por Washington del uso de estas armas.

Rusia respondió a la provocación probando su nuevo misil Oreshnik al atacar una empresa de defensa en Dnepropetrovsk (Ucrania). Según los informes, este nuevo misil balístico de alcance intermedio es capaz de volar a velocidades hipersónicas de hasta Mach 10 y alcanzar objetivos en casi cualquier lugar de Europa continental en cuestión de minutos.

El presidente ruso, Vladímir Putin, advirtió en un discurso televisado sobre el despliegue del Oreshnik que Rusia se considera "con derecho a utilizar nuestras armas contra las instalaciones militares de aquellos países que permitan que sus armas se utilicen contra nuestras instalaciones", y que "en caso de una escalada o de acciones agresivas, responderemos con la misma decisión y simetría".

Putin indicó anteriormente que Kiev no podría utilizar de forma independiente sus sistemas de misiles de largo alcance proporcionados por la OTAN sin la ayuda de inteligencia y de otro tipo de la alianza, y que, en consecuencia, el despliegue de tales armas pondría al bloque en un estado técnico de guerra con Rusia.

¿Qué defensa contra misiles balísticos tiene Rusia?

Rusia dispone de "todo un sistema" que "reacciona instantáneamente a cualquier cambio en la situación de amenaza aérea", declaró a Sputnik ex vice comandante de la Fuerza Aérea rusa del Sistema Conjunto de Defensa Antiaérea de la CEI, el teniente general Aitech Bízhev, al comentar los medios de que dispone Moscú para contrarrestar la amenaza de misiles balísticos de la OTAN.

El éxito de las pruebas antibalísticas realizadas en 1987 con una variante del S-300, conocida como S-300V, sentó las bases para nuevas mejoras. Posteriormente, los sistemas de la serie S se probaron "en campos de pruebas y en todo tipo de ejercicios" y demostraron su capacidad para hacer frente a una gran variedad de amenazas balísticas, afirmó Bízhev.

S-300V: Adoptado en 1988. Mejora del sistema de misiles tierra-aire de largo alcance S-300, lanzado por primera vez en 1978. Alcance contra objetivos balísticos: 30-40 km.

S-400: Desarrollado en los años 80 y 90, introducido en 2007. Detecta objetivos balísticos a una distancia de hasta 200 km y los destruye a distancias de hasta 60 km.

S-500: El último sistema de defensa antiaérea y antimisiles móvil de Rusia. Lanzado en 2021. Capaz de detectar objetivos a una distancia de hasta 600 km y destruirlos a una distancia de hasta 200 km.

A-135 Amur y A-235 Nudol: Interceptores de defensa antimisiles basados en silos y diseñados para contrarrestar amenazas balísticas, hipersónicas y espaciales (el S-500 también tiene esta capacidad). En servicio desde 1995 y 2019, respectivamente. Alcance de detección de hasta 6.000 km mediante el radar de alerta temprana Don-2N. Alcance estimado: 350-900 km.

Tor: Sistema de misiles de corto alcance puesto en servicio en 1986. Diseñado principalmente para su uso contra aviones, helicópteros, misiles de crucero y aviones no tripulados, pero incluye capacidad contra amenazas de misiles balísticos de corto alcance. Alcance de búsqueda y seguimiento: 25 km. Alcance de disparo: hasta 16 km.

Buk: Sistema de misiles de alcance medio desarrollado a finales de los años 70, pero que ha sufrido múltiples modificaciones en sus misiles, radar y equipo de puestos de mando para mantenerlo moderno. Su capacidad de antimisiles balísticos se alcanzó a finales de la década de 1990. Puede atacar misiles balísticos tácticos, misiles de crucero y misiles antibuque con un alcance de 3 a 20 km y una altitud de hasta 16 km.

"Los sistemas de defensa antiaérea se adelantan entre cinco y diez años a los medios de ataque que están diseñados para contrarrestar", declaró Bizhev.

Señaló que la URSS empezó a finalizar los trabajos sobre sus primeras capacidades de misiles antibalísticos a finales de los años ochenta, cuando la OTAN empezaba a desplegar una nueva generación de armas balísticas de alta precisión. Inicialmente, la misión de la defensa contra misiles balísticos soviética (y desde 1991 rusa) era garantizar la defensa de Moscú, la región de Moscú y las regiones industriales centrales.

El secreto de la capacidad de defensa aérea y antimisiles de Rusia es un escalonamiento eficaz, declaró el excomandante, recordando que, remontándonos a la Segunda Guerra Mundial, las defensas aéreas escalonadas en torno a Leningrado y Moscú permitieron a las ciudades evitar los graves daños por bombardeo que sufrieron las ciudades europeas occidentales durante la guerra.

En la actualidad, "no se trata únicamente de grupos locales" de defensas aéreas, "sino de todo un sistema que reacciona instantáneamente ante cualquier cambio en la situación de amenaza aérea", explicó el experto.

Detalló que esto incluye contramedidas radioelectrónicas, cobertura aérea por aviones de combate, defensa aérea escalonada en cooperación con las unidades de defensa aérea de las Fuerzas Terrestres, que están todas bajo el control unificado del mando de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia.